Había una vez una abuela que tenía muchas flores. ¡Y vino un tornado! Y justo iba a regar sus plantas y corrió a su casa. Y también había un abuelo y corrió a la calle. Llamó al bombero ¡pero no contestó! Y no saben qué pasó: las plantas se han roto por el tornado y se fue el tornado y los abuelos compraron más flores y las plantaron a todas y arreglaron el patio.
Fin.